lunes, 6 de diciembre de 2010

Cuentas claras

El proceso de transferencias municipales y regional se realizan este mes. En la mayoría de jurisdicciones ingresará una nueva gestión a los municipios (provinciales y distritales) y al gobierno regional.

Este proceso se retrasó por la lentitud de los organismos electorales para oficializar los resultados de las últimas elecciones del 03 de octubre y emitir las credenciales a las nuevas autoridades electas.

Sabemos que la mayoría de autoridades salientes miran con mucho recelo la llegada de las autoridades electas.

Lamentablemente, hay una nula predisposición para realizar la trasferencia. Desde el distrito más pequeño hasta el gobierno regional, pasando por las comunas provinciales. Son muy pocos los alcaldes y funcionarios de las municipales que expresaron su predisposición para realizar esta acción.

Esperamos un proceso transparente, sin mañas ni artimañas de las autoridades salientes (ediles y regionales).

El pueblo aguarda que las gestiones que terminan el 31 de diciembre ofrezcan a las nuevas autoridades todas las facilidades para agilizar el proceso y transparentar las acciones.

Claro, que en este proceso no se conocerá exactamente como están o quedan las instituciones, pero servirá para que las autoridades electas se formen una idea de cómo reciben cada una de las dependencias.

El proceso de transferencia es un elemento fundamental para promover la continuidad de la administración en cada jurisdicción, que en este caso es distrital, provincial y regional.

La transferencia no es una auditoría, pero podría -si el proceso es transparente- ofrecer algún indicio de situaciones que merezcan una severa y profunda revisión de la Contraloría.

Las autoridades que salen están obligadas a entregar cargos, bienes y recursos de cada institución tan igual o mejor que cuando los recibieron; es decir, a realizar una trasferencia ordenada de la administración y gestión municipal o regional.

Ahora, esperamos que todo esté en regla y que no haya ninguna situación que ensucie el proceso o que los salientes traten de ocultar algunas “perlitas” de su gestión.

Aquí tienen una gran responsabilidad las nuevas autoridades, porque tras la trasferencia y conociendo que la Contraloría no llega a todas las municipalidades, incluso al gobierno regional, deben iniciar los procesos correspondientes para observar, descubrir y denunciar los casos de corrupción.

Si las nuevas autoridades, a quienes el pueblo les dio su confianza, no denuncian ni actúan ante los actos irregulares e ilegales de las gestiones anteriores, se convertirán en cómplices de los corruptos y sus gestiones se iniciarán con un manto que empañe y ensucie su desempeño.

La población espera cuentas claras de las autoridades salientes y de las nuevas autoridades un accionar transparente, pero firme y enérgico ante cualquier indicio de corrupción.


No hay comentarios:

Publicar un comentario