miércoles, 13 de octubre de 2010

Presidencia al “caballazo”

La renuncia de Jesús Coronel Salirrosas a la presidencia del gobierno regional de Cajamarca genera un preocupante problema de mando en esta institución.

La primera crisis en el gobierno regional se generó el pasado junio, cuando Coronel Salirrosas solicitó licencia al cargo para buscar una reelección, acción a la que se retractó porque su vicepresidente, Aníbal Leoncio Balcázar Torrejón, tenía que sucederle en la presidencia.

Hoy se va de la presidencia regional para cumplir con los requisitos que exigen las normas electorales para postular en las elecciones generales de 2011.

Ante la renuncia de Jesús Coronel, el consejo regional designó como nuevo presidente al consejero por Cajabamba, Wilson Nicolás Flores Castillo, dejando de lado al vicepresidente regional porque -según las autoridades regionales- pesa sobre él una sanción de suspensión en el cargo.

Ante la ausencia del presidente, la norma señala, que le sucede el vicepresidente y Aníbal Balcázar -según el Jurado Nacional de Elecciones, ente responsable de validar los cargos de elección popular- sigue siendo la segunda autoridad regional de Cajamarca.

Además, un consejero para llegar a la presidencia regional, primero debe ser designado por el consejo como vicepresidente, cargo que debe ser avalado por el JNE, para luego ser designado presidente; situación que no se presentó en nuestra región.

Aquí, el consejero cajabambino fue designado presidente saltando el cargo y rango de la vicepresidencia.

Consideramos que esta designación regional se realizó al “caballazo” y que el consejo regional no respetó la normatividad vigente, a pesar de la sanción que pueda pesar sobre Aníbal Balcázar como vicepresidente regional.

Balcázar nunca fue destituido, solo existe una sanción administrativa, la que no lo inhabilita ni le genera vacancia en el cargo que fue elegido, junto al presidente regional y todos los consejeros; además que sigue siendo reconocido como vicepresidente regional por el JNE.

Esta situación por la que atraviesa el gobierno regional de Cajamarca generará en los siguientes días una crisis administrativa.

La cadena de mando se deteriora en la principal institución regional.

Aquí consideramos que tras la renuncia de Jesús Coronel a la presidencia regional, el sucesor es Aníbal Balcázar.

Pero, la designación del consejero Wilson Flores se genera por el rompimiento de relaciones entre Coronel y Balcázar, sumándose las acusaciones mutuas de presuntas irregularidades en el desempeño de ambas autoridades.

El presidente saliente señala que su vicepresidente no tiene capacidad moral para asumir la presidencia regional; pero Jesús Coronel es el responsable de que Balcázar fuera elegido. Él lo llevó como vicepresidente.

Ahora, cuando ya no son amigos y están peleados desde hace buen tiempo, lo deja de lado y el consejo regional lo sanciona y luego designa a un presidente sin que haya pasado por la vicepresidencia.

Una designación al “caballazo” que estamos seguros será corregida por las autoridades competentes.


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