viernes, 1 de octubre de 2010

Una noble profesión

Hoy celebramos el Día del Periodista en recuerdo de la aparición -el 01 de octubre de 1790- del primer diario del Perú y América: Diario de Lima, editado y dirigido por Jaime Bausate y Mesa.

El reconocimiento al trabajo desplegado por los periodistas que se entregaron con pasión y profesionalismo para informar, comentar, analizar y criticar los acontecimientos de nuestra historia.

En esta fecha nuestro saludo a quienes marcaron el camino que hoy seguimos quienes batallamos diariamente en este “mundanal ruido” periodístico.

Si bien es cierto, la comunicación surge con la misma necesidad del hombre para generarse mejores condiciones de sobrevivencia en los inicios de la humanidad, pues el periodismo florece con la aparición de la imprenta.

El desenvolvimiento de los hombres entregados al trabajo periodístico, desde sus inicios hasta la fecha, permite abrir un espacio importante en nuestra sociedad para el periodismo, que se convierte en el alma y espíritu de los medios de comunicación.

Si bien es cierto que al inicio hubo limitaciones para ejercer libremente el periodismo, la participación activa y valerosa de los “hombres de prensa”, permitió abrir brechas y derogar leyes que atentaban contra las libertades de imprenta e información impuestas en siglos pasados, hasta conseguir que en casi todos los países del mundo la libertad de informar y ser informado no tiene ninguna restricción.

En tal sentido; hoy, los periodistas tenemos la oportunidad de seguir ese derrotero que marcaron los patriarcas del periodismo, y en Cajamarca, desde la aparición del primer periódico: El Volcán Termal, existe una importante labor y aporte de quienes desempeñaron esta difícil, pero fascinante profesión.

Nuestro compromiso de apostar por un periodismo profesional que defienda los derechos del pueblo, que luche por el progreso y desarrollo de nuestra región, que fiscalice las acciones de nuestras autoridades y funcionarios y denuncie cualquier acto de corrupción.

Entendiendo que el periodismo es una actividad profesional que no deja grandes ingresos económicos, ratificamos -desde esta tribuna- la posición de luchar por hacer de esta labor una “noble profesión” y nunca, pero nunca “un vil oficio”.

Los periodistas hechos en la práctica diaria del acontecer noticioso y formados académicamente en una escuela de periodismo entendemos que es una profesión emocionante, una de las más fascinantes, ya que sus protagonistas oscilan entre la penumbra y el dolor de una nota policial y la alegría explosiva e irrefrenable de una victoria deportiva.

Una profesión que nos obliga a tener un gran desprendimiento y espíritu de servicio.

POSDATA.- En este día, sentimos tu ausencia, pero saludamos tu entrega y compromiso cuando compartías esta labor con nosotros, mi amigo y colega Carlos Alayza.


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