Coco Cabanillas

Negocio electoral

Las elecciones municipales del 03 de octubre, de las cuales -hasta la fecha- no existen resultados al 100% en todas las jurisdicciones de la región Cajamarca, fueron un negocio redondo. Un mercado libre al mejor postor.

Sucede que un gran porcentaje de candidatos infringió las normas electorales y no pasó nada. Nadie sancionó, ni siquiera investigó.

Sucede, como dijimos ayer, que algunos partidos políticos y organizaciones locales y regionales no respetaron las normas legales ni cumplieron con los requisitos para inscribir sus candidatos.

Desde la elección interna que la gran mayoría de agrupaciones políticas incumplió hasta el negociado de votos en un verdadero mercado libre.

Las normas electorales exigen que los partidos elijan a sus candidatos en procesos eleccionarios internos en todas y cada una de las jurisdicciones en las que postulan; pero sucede que en la mayoría de distritos y provincias las agrupaciones políticas no cumplieron.

Para salvar este requisito se inventaron actas de asambleas o procesos de elecciones internas, cuyas copias las presentaron en el momento de su inscripción.

¿Quién fiscaliza el proceso de elecciones internas de los partidos? ¿quién sanciona el incumplimiento de este proceso?, sencillamente nadie. Ningún organismo electoral, menos aparece el Ministerio Público o el Poder Judicial.

Otro incumplimiento se genera en la participación de los candidatos. Hay muchos postulantes -ahora ya derrotados o elegidos- que se inscribieron sin cumplir con los requisitos que exigen las normas electorales. Candidatos que no cumplieron la exigencia de la residencia o el tiempo de la misma en la jurisdicción donde postularon.

Luego aparece el incumplimiento de las autoridades reeleccionistas, ya que la gran mayoría -si no es la totalidad- hacen lo que quieren con los recursos del Estado, utilizándolo para promover y financiar sus campañas proselitistas. Ninguna autoridad supervisa, fiscaliza o sanciona este mal accionar.

El dinero que nos pertenece a todos los ciudadanos es utilizado por los candidatos en beneficio personal, financiando la campaña con las pintas y afiches electorales, compra de regalos, pagos por votos, cancelación de gastos de comilonas en las reuniones políticas y mítines de cierre de campaña. Ningún sancionado en estas elecciones.

Los electores golondrinos fue otra ilegalidad que se presentó en la última elección y que terminó con sendas protestas y revueltas en varias jurisdicciones, principalmente distritales. Ni el Reniec, la Onpe o el JNE detectaron el cambio ilegal de los electores.

Pero el delito contra la decisión libre y soberana del pueblo para elegir a sus autoridades se consumó con otras artimañas utilizadas por la gran mayoría de candidatos para ganar votos.

La entrega de regalos -adquiridos con recursos del Estado-, la compra de votos, invitación de comilonas, la retención (o compra) del DNI, entre otras acciones ilegales se realizaron en el último proceso.

Lamentablemente ninguna autoridad hizo algo para descubrir las artimañas de los candidatos. Ningún sancionado.

En nuestra región pasa de todo, pero no hay sanción alguna.