miércoles, 29 de septiembre de 2010

Cerrando campañas

La fiesta -o la “guerra”- electoral termina mañana con los últimos mítines de cierre de campaña.

Aunque las propagandas en los medios de comunicación recién terminarán el viernes.

Los candidatos alistan sus mejores mensajes que llevan las propuestas de sus planes de gobierno con las que esperan convencer a los electores para que los respalden el 03 de octubre.

También se organizan para conseguir las más grandes concentraciones populares con el objetivo de demostrar que tienen un gran respaldo de los votantes y que ganarán las elecciones.

La idea de concentrar la mayor cantidad de gente es generar en la población una sensación de “candidato ganador” al que se plieguen los indecisos, los de última hora que quiere votar por la futura autoridad y quienes al ver que su candidato no tiene aceptación se pasan al que recibe más apoyo en los mítines de cierre de campaña.

Además se programaron, en varios mítines, caravanas folklóricas, chicheras y cumbianberas, así como la aplicación de la estrategia de los regalos. Recordando el dicho que “en la guerra y en el amor todo vale”, ahora habría que decir que “en una contienda electoral” también se cumple esta premisa: “todo vale”.

En este proceso electoral -como en los anteriores- hubo para todos los gustos. Candidatos que ni siquiera sabían su nombre, otros que integraron listas sólo para completar, algunos mentirosos y muchos desubicados que tentaban suerte para ver si les “liga” y ganan un puesto edil o regional.

Lo más peligroso de esta campaña fue la presencia de “candidatos delincuentes”, quienes trataron de burlar la ley y sorprender al electorado.

Al margen de esta triste realidad electorera, la población supo decantar a los mediocres e improvisados y los relegó a los últimos lugares de las preferencias electorales; mientras otros -valiéndose de artimañas- se pudieron mantener en la brega.

Las autoridades electorales también cumplieron en varios casos, dejando fuera de carrera a muchos sinvergüenzas y delincuentes que trataron de evadir la legislación electoral.

Y tras una campaña difícil y peligrosa, además de asquerosa por la guerra sucia, se llega al final de la contienda. Fue un proceso que nos deja candidatos consolidados en los primeros lugares, quienes -con seguridad- triunfarán el domingo 03 de octubre.

Si bien es cierto que un solo candidato triunfa en cada jurisdicción, habrá muchos perdedores y derrotados a pesar de la millonaria inversión que realizaron en su campaña proselitista.

Los mítines de cierre no garantizan un triunfo así sean fastuosos. Las elecciones se ganan con un trabajo político y social que se refuerza con la campaña proselitista que tiene como aliados a medios de comunicación, reuniones de trabajo, mítines y otras acciones que consolidarán el respaldo del electorado.

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