lunes, 6 de septiembre de 2010

Todos ganan

El ambiente electoral se calienta y los candidatos se muestran más confiados cada día. Todos aseguran que ganarán las elecciones.

Sinceramente no se entiende a los postulantes a las alcaldías y regidurías -distritales o provinciales-, así como a la presidencia regional o consejerías, ya que a pesar de no recibir el apoyo del electorado confían en un triunfo en el proceso electoral del 03 de octubre.

Esta “fiebre de candidatitis” afectó a todos los postulantes porque da la impresión que “elevaron su autoestima” a niveles peligrosos y pareciera que perdieron la perspectiva y no ven la realidad que los “premiará” con una derrota en las elecciones municipales y regionales.

Hay candidatos que no tienen respaldo popular alguno, salvo el de sus familiares y amigos o allegados muy cercanos; pero que no les alcanza para abrigar una pequeña esperanza o posibilidad de victoria en las elecciones.

En la mayoría de distritos y provincias, la población electoral apuesta -aunque no mayoritariamente- por dos y -en el mejor de los casos- tres candidatos, entre quienes se determinará a la autoridad edil. Los otros -como dijimos en un comentario anterior- solo perderán tiempo y dinero.

Estos candidatos no reciben el favor del electorado por varias razones. La incapacidad política que muestran muchos de los postulantes los deja sin chance alguna, otros reciben el rechazo popular porque no cuentan con propuestas que garanticen un gobierno edil que promueva el progreso y desarrollo de su pueblo.

Otro detalle es la ausencia de un trabajo político-social previo a las elecciones de los candidatos. La mayoría apareció después que se inscribió y esperan un milagro para ganar el proceso electoral.

Mientras que hay algunos que apelan al dinero que invierten en su campaña para conseguir los votos suficientes y llegar a una alcaldía o regiduría.

El “carnaval proselitista” se tiñe de todos los colores y los candidatos gastan millonarios presupuestos en pos de los votos. En este mundillo todo vale... desde el candidato que ofrece una prebenda hasta el elector que se aprovecha del momento.

El regalo barato, el pago por cada voto y si es en paquete mucho mejor, ya que hay candidatos que “compran familias completas” para que voten por ellos, además del ofrecimiento irrealizable y la mentira permanente en sus discursos, son las principales armas de estos candidatos que sueñan con llegar a un cargo edil o regional.

Candidatos de “dos por medio” que la población descarta y no los considera como alternativa para gobernar en la siguiente gestión municipal o regional.

Aunque claro, quienes encabezan las preferencias de los electores tienen derecho a esperar un triunfo en las urnas.


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