Yo, yo, yo... yo candidato
La campaña proselitista parece que convirtió en “genios” a los candidatos. La mayoría se muestra como los “sabelotodo”.
Los postulantes a cargos municipales o regionales parecen especialistas de todas las materias, pues se muestran hablando desde política hasta educación, desde salud hasta transportes, desde medio ambiente hasta minería; en fin, ellos se alucinan “mesiánicos”, por poco y nos hablan de astronomía, física cuántica y mecatrónica...
Es imposible que un candidato pueda tratar técnica, profesional y científicamente todas las áreas, peor si entre ellos tenemos a quienes apenas terminaron secundaria.
Pero, a pesar de su poca formación -técnica y profesional- se atreven a tratar todos los temas que involucra un plan de gobierno para la región, provincias o distritos.
Qué puede ofrecernos sobre temas de ingeniería un candidato que tiene quinto año de secundaria, ni siquiera un profesor, sociólogo o profesional de otra carrera podría defenderse.
Es lamentable ver y oír a los candidatos tratar temas que desconocen por completo. Apenas nos ofrecen opiniones vagas y sin sentido, freses preparadas y estudiadas de un discurso florido que pretende “engatusar” a los electores o simplemente “se hacen los locos” y cambian de tema.
Pero esta “realidad” no solo se queda en el proceso electoral, sino que se traslada a las autoridades elegidas, quienes “mareadas” por la victoria de las elecciones y elogiadas por los sobones y aduladores de turno, creen que tienen “licencia para hacer lo que se les antoje”.
Esta situación me trae a la memoria un relato de un amigo, quien presenció que un alcalde -maestro de profesión- fue al campo a verificar la zona por donde se construiría una futura carretera en terrenos adquiridos por la municipalidad, recibiendo la opinión del ingeniero responsable del proyecto que por ese lugar era imposible que se construya una vía.
El alcalde, pavoneándose delante de los pobladores presentes y que se beneficiarían con la carretera, dijo con tono arrogante de cacique mandón: “ingeniero, usted construye -como sea- la carretera por estos terrenos”. Los trabajos se iniciaron, pero la vía nunca se terminó, la obra quedó inconclusa. El burgomaestre -con su actitud- solo promovió que el presupuesto se malgaste.
Ante este panorama, exigimos a los candidatos mucha preparación para asumir la responsabilidad de dirigir una municipalidad o el gobierno regional, además de un equipo técnico y profesional que respalde y prometa una buena gestión.
Ya que si un postulante no conoce sobre determinados temas, ahí estará su equipo técnico para que responda y sustente la propuesta realizada en su plan de gobierno.
Hasta el momento no vemos ni escuchamos a los equipos técnicos de los partidos políticos que pretenden una municipalidad o el gobierno regional.
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