jueves, 12 de agosto de 2010

La muerte se “repite”

El dolor insoportable de perder a un ser querido se manifiesta “crudo e injusto” en las familias de Cospán, tras el trágico accidente de tránsito que dejó 24 muertos.

Una tragedia que se repite, ya que en mayo de 2009, la muerte disfrazada de “couster asesina” se llevó a 27 pobladores de este alejado y olvidado distrito.

Ahora, bajo las mismas circunstancias y con similar número de víctimas mortales, la historia se repite. ¿Quién podrá parar esta matanza en las carreteras?

Terrible momento que nos obliga a realizar algunas reflexiones y exigir explicaciones a las autoridades que no cumplen con su función de velar por el bienestar y seguridad de la población.

La couster siniestrada pertenece a la empresa “Kurrungo”, la que cuenta con unidades obsoletas para brindar el servicio de transporte interprovincial de pasajeros, además de nefastos antecedentes.

Como ya señalamos, una de sus unidades fue la causante de similar accidente el año pasado, con 27 muertos y una veintena de heridos, y que en esa oportunidad no contaba con el seguro obligatorio de accidentes de tránsito - Soat.

También se señala que esta empresa solo tendría permiso para circular en el ámbito regional de La Libertad, pero que se internaba hasta Cospán.

Con todos estos antecedentes; la empresa Kurrungo ¿cómo consiguió autorización para circular desde Trujillo a Cospán y viceversa? y ¿por qué no se supervisó el servicio que brindaba esta empresa?

Las autoridades de Transporte desde el ministerio hasta las direcciones regionales pregonan que supervisan y fiscalizan a las empresas que brindan servicio interprovincial, pero los resultados señalan que no existe acción alguna contra las empresas irresponsables.

Recordamos que lazaron una millonaria campaña publicitaria de “Tolerancia Cero” asegurando que se reducirían los accidentes, pero las muertes aumentaron en las pistas del país y de nuestra región.

Recordamos la tragedia del sábado 10 de enero de 2009 cuando un ómnibus de la empresa “Dr. Óptimo Serrano” cayó a un abismo de 250 metros y dejó 35 muertos y 23 heridos, cuando se trasladaba de Chiclayo a Querocoto (Cutervo).

Una inacción terrible de las autoridades municipales, del sector Transportes y Policía de Carreteras permite el accionar de empresas irresponsables que violan la ley y abusan de sus usuarios, terminando con tragedias como la de Cospán.

La responsabilidad la comparten las autoridades municipales que otorgan las licencias de funcionamiento en su jurisdicción, las del sector Transportes que permiten que estas empresas circulen sin cumplir con la legislación vigente y la Policía de Carreteras que no interviene en las rutas.

También consideramos que tienen responsabilidad las autoridades del Ministerio Público a través de sus fiscalías de Prevención del Delito que en la mayoría de casos nunca prevén nada.

Se suman las autoridades del Poder Judicial que no aplican sanciones severas a los empresarios irresponsables cuando son denunciados y cuyas unidades de transporte terminan -en terribles accidentes- con la vida de sus pasajeros.

Esperamos una reacción inmediata de las autoridades para que el dolor, la tragedia y la muerte ya no se repitan.

 

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