La radio no se mancha
El jueves 12 de agosto fue la última emisión del noticiero “En Blanco & Negro” de radio Doble N, conducido por Robert Santillán, quien denunció que deja el programa por presiones y condicionamientos de los dueños de la radio.
Robert nos aseguró -en un diálogo telefónico cuando le expresamos nuestra solidaridad- que los propietarios de Doble N le pidieron que no tocara la denuncia de la supuesta firma falsa en la lista provincial del partido Aprista.
También refiere que le indicaron que no cuestionara ni criticara a Jorge Arroyo Reto, en su calidad de secretario regional del Apra, por que los empresarios radiales le pidieron un favor para sanear y titular un terreno a través de Cofopri, institución en la que trabaja Arroyo Reto.
Claro, Robert no aceptó el condicionamiento y se fue. “Ya estamos viejos para estas cosas...”, nos comentó con un tono que lleva el resentimiento de la impotencia ante tamaña situación que genera un terrible precedente para el periodismo cajamarquino.
Es lamentable que haya “empresarios” de esta catadura, pues desconocen cuáles son los cánones que rigen el desenvolvimiento de un medio de comunicación y especialmente de un programa periodístico.
Los empresarios de medios de comunicación tienen que entender que los periodistas no son sus títeres para manejarlos a su antojo, son profesionales que cumplen con su deber y compromiso de servicio y defensa de la sociedad.
Nos preocupa esta realidad local de presiones y condicionamientos, ya que nos trae el recuerdo de la década de la dictadura fujimontesinista en la que se compró a la casi totalidad de medios nacionales y se los manejó de acuerdo a los intereses del régimen corrupto.
En este caso, tenemos que repudiar la actitud de los empresarios que pretenden un beneficio personal o familiar utilizando su emisora, para lo cual son capaces de silenciar un noticiero como “En Blanco & Negro”, programa que tiene un reconocido éxito en la radiodifusión cajamarquina.
Nuestra voz de protesta a este tipo de acciones fujimontesinistas, ya que no podemos permitir que malos empresarios lucren con el prestigio de un programa periodístico para buscar favores y beneficios; así como tampoco debemos consentir que los politiqueros se presten para estos actos deshonestos.
Considero que a este repudio y rechazo contra estas prácticas fujimontesinistas deben sumarse las diferentes organizaciones periodísticas de Cajamarca para evitar que se maltrate a los periodistas de nuestra ciudad.
También quiero reconocer la valentía de Robert Santillán para rechazar la presión y condicionamiento y denunciar este denigrante hecho que mancha a la radiodifusión de Cajamarca.
Desde esta “tribuna” y con la más grande pasión periodística nuestra solidaridad total contigo Robert...
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